Envases de comida, latas de conservas, bolsas de plástico,
botellas de cristal, tetrabriks, latas,… y desde hace unos meses también muchos
guantes y mascarillas que deberían estar en contenedores, plantas de residuos o
de reciclaje pero los encontramos en bosques, playas, montañas, océanos, mares
y ríos. Es lo que se conoce como basuraleza. Un término que define la
contaminación de los entornos naturales por residuos de origen humano, una
catástrofe ambiental que afecta a todas las especies, incluido el ser humano.
¿Puede un montón de basura ser arte? ¿Existe belleza en los
objetos abandonados a su suerte? La sociedad de consumo deja atrás cantidades
ingentes de residuos, en su mayor parte sin aparente valor, pero hay una
corriente dentro del mundo del arte que opina distinto, el Trash Art, ‘Arte de
basura’, reinterpreta estos residuos y les da un nuevo sentido artístico, ya
sea desde la crítica al sistema actual o simplemente creando una obra como en
este caso nos ocupa.
Nos hemos inspirado en un pez del río Guadiana y con un
armazón de alambre y unos cáncamos se ha realizado una obra con la basura
recogida en las márgenes de nuestro querido río.